Voy dejando, palabras en el viento,
para que alguien oiga
desde lejos mi lamento,
que es un suelo, que algún día
espero,
sea diferente por todos los que ya han muerto.
Y
si callo, lágrimas.
Y si hablo, lágrimas.
Y si callo,
lágrimas.
Y si hablo, lágrimas, lágrimas.
Quítame este
velo, porque quiero ver el cielo,
romper el silencio y poder
hablar sin miedo.
Quítame este velo porque lo deseo y
quiero,
ser igual que tú, sin vivir en un destierro.
Vivo
un tiempo, tan confuso y pienso,
Ven, toma mi mano y
duerme.
Yo soy la voz de la vida y de la muerte, un hola
y un adiós.
Soñarás caricias sobre un lecho de calma y
de luz y perfumaré tu alma con gotas de paz y de amor.
Deja de llorar.
Abrázame, ya todo terminó.
La ternura hoy
peinará tu piel.
Sobre el arco iris hay alguien que te
espera.
Deja que mimen tu boca los labios del amanecer,
que
el susurro del dolor se irá y que arda en olvido, el
ayer.
Que el placer duerma en tu pecho y con besos anude
tu ser.
Que la amargura hoy eche a volar.
Te espera otra
flor, sígueme.
Despídete ya, se acaba el tiempo, ven hacia
la luz.
No tengas miedo, él no volverá.
La eterna
angustia será su condena.
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