Para conmemorar el Día del Libro en nuestra biblioteca, este año hemos contado con una invitada muy especial, Ana María Royo. Ana María es pintora y, como ella misma nos contó, escritora tardía.
Ana María relató a los alumnos de 4º ESO y de 1º de Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales su relación desde niña con los libros que había en la biblioteca de su casa a los que se acercó para matar el aburrimiento y como la lectura se convirtió en algo importante en su vida. Y, por supuesto, nos habló de la escritura, del proceso de ponerse ante una hoja en blanco y escribir, y tirar lo escrito y reescribirlo, una y tantas veces. Compartió con todos nosotros la necesidad que en un momento de su vida sintió de escribir. El dolor y la satisfacción del arduo proceso de la escritura.
Quiso transmitir a los alumnos y alumnas presentes en la biblioteca, la importancia vital de las palabras, inherentes al ser humano en todas las facetas de su vida. La importancia de la lectura, como modo de enriquecer la existencia, como vía para “vivir” otras vidas, otras experiencias que de otro modo no podrían tener. Instó a los alumnos a que se acercaran a los libros, incluso a aquellos que “cuesta” leer.
Ante ello se abrió un interesante diálogo sobre los posibles motivos que hacen que los adolescentes no muestren interés por la lectura, incluso aquellos que han sido ávidos lectores en su etapa infantil: otros intereses, el campo audiovisual que les atrapa en las “pantallas” y las redes sociales, el descubrimiento del mundo que les rodea que les hace centrarse en él, etc. Pero, a pesar de todo, no perdemos la esperanza en que las semillas que sembramos den fruto en el momento oportuno.
Terminó su charla leyendo un hermoso fragmento de su primer libro, “Las sombras encendidas”.
Después los alumnos de 2º ESO hicieron una entrevista a Ana en el aula Effa, dentro del proyecto de aprendizaje servicio “Tejiendo ilusiones, miradas encontradas, Malawi”.
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